Muchas veces, sentí que estaba muerta en vida y deje de vivir, sentía el corazón frío solo por un estúpido dolor que sentía. Y hoy, después de haberlo superarlo, me doy cuenta de que nada era como lo sentía, que no valía la pena sentirme así. Me doy cuenta que fui yo la que decidió estar así, yo elegí atormentarme con ese dolor, en vez de aceptar, afrontar el cambio y seguir adelante. Hoy veo que fue algo muy tonto, que lo que realmente importa es uno mismo. Que hay que quererse uno mismo, antes que a alguien más, para luego no salir tan lastimado si volviera a pasar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario